Erase una vez leñador llamado Jacinto, el como siempre confiado, salido de su cabaña a cortar leña para la noche fría.
El día anterior con sus amigos comentaron de los incendios provocados por el verano.
Jacinto no hico caso a las recomendaciones que les hicieron que no debían salir en esos días al bosque por una tragedia podría ocurrir.
A Jacinto le hicieron varias recomendaciones en caso de una emergencia que debía hacer con tan mala suerte que no escucho, hacia larde entre sus compañeros que el si sabia como evacuar ante una emergencia.
Ese día se prendió el bosque y jacinto se encontraba talando algunos árboles gracias a un llamado de unos animales lo encontraron y lo rescataron.
No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras
No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras